Pintar como actividad de ocio trae muchos beneficios. Y como terapia es de lo más útil. Hablamos de la pintura-terapia, un método que incluye el arte como una herramienta para expresarse y eliminar miedos internos. Se trata de un complemento a la psicoterapia que puede ayudar a personas que padecen enfermedades de todo tipo.
La pintura-terapia se recomienda a personas en cuidados paliativos, personas que están en la cárcel, que han sufrido malos tratos, con cáncer, con discapacidad física y psíquica, niños con algún tipo de problema, etc. Es una forma creativa y plástica de enfrentarse ante una hoja en blanco. Esa hoja en blanco puede recordarnos al problema que tenemos que afrontar y la pintura es la respuesta, una forma de expresarnos y solucionar así nuestro sufrimiento interno.
En este sentido, la pintura ayuda a las personas a poner en color lo que sienten. Así como la escritura nos ayuda a ponerle nombre a los problemas, con esta terapia también se transmite lo que no se ha nombrado aún. Una forma creativa de aliviar tus problemas.