Si necesitas que una superficie vuelva a lucir plana y perfecta, la masilla es una gran aliada, pues es un producto específico para rellenar y sellar aquellas zonas que, con el paso de tiempo, han ido perdiendo su forma original, creando fisuras, grietas e imperfecciones en la superficie de multitud de paredes, muebles, etc. La función de la masilla es corregir estas imperfecciones para mantener una estética profesional y adecuada de las superficies.
La masilla está diseñada para rellenar, proteger y mejorar las propiedades de las diferentes superficies, restaurando su imagen original y entre sus principales características resaltan su fácil y rápida aplicación, pero no son las únicas:
La masilla tiene un alto poder de relleno gracias a su espesor, ademas se adhiere fácilmente a multitud de superficies como cemento, yeso, escayola o madera y para las superficies más difíciles existen masillas específicas, como por ejemplo las masillas para plásticos, metales o para carrocería.
Otra de sus propiedades es su baja porosidad, lo que evitará que absorba mucha pintura, es muy resistente a los agentes externos y además es elástica, soportando los cambios de temperatura adecuadamente.
Como podéis ver la masilla es un producto todo terreno que nos ayudara a mantener las superficies en perfecto estado con una aplicación fácil y rápida.