Si necesitas pintar tu embarcación, lo primero y más importante es seleccionar el momento adecuado para hacerlo ya que la temperatura a la que se ha de pintar es de unos 20ºC aproximadamente, con una humedad relativa del 60% y, por supuesto, una buena ventilación para evaporar los disolventes y de esta manera suprimir vapores y evitar posibles ampollas. Debemos prestar especial cuidado a que el viento no arrastre arena que se pueda pegar a la pintura recién aplicada.
Cuando la temperatura es menor de 20ºC, el tiempo de secado y curado aumenta. No es aconsejable que pintemos el exterior de una embarcación ni a primera ni a última hora del día por la humedad atmosférica, ya que a estas horas se corre el riesgo d condensación o rocío.
El acabado de la pintura será tanto mejor cuanto más afinada esté la superficie a la que se va a adherir así que es fundamental garantizar que la base ha sido preparada y lijada lo más posible para obtener una superficie suave asegurándose también de que las capas de pintura que existían antes estén debidamente fijadas, sin desconchones o descamación de la pintura.
Un acabado brillante expondrá las imperfecciones del casco así que vale la pena lijarlo todo cuidadosamente. Una vez que tengamos una superficie de casco regular los surcos se deben rellenar con masilla epoxy y lijarlo una vez más hasta lograr una superficie perfecta.
Finalmente, para un acabado profesional, se debe aplicar una capa de imprimación para preparar la superficie de cara al acabado final con una capa de pintura.
Como véis, el trabajo de reparación y pintado de una embarcación es laborioso por lo que, para cualquier aclaración sobre los materiales y su aplicación, no dudéis en contactar con nosotros, en Central de Pinturas contamos con un amplio catálogo de pinturas náuticas y os asesoraremos sobre la más idónea para vuestras necesidades específicas.