Pintar una pared no es complicado, y tampoco es necesario ser una profesional de la pintura para realizar un buen trabajo, sin embargo, pequeños errores que en un primer momento nos pueden parecer poco importantes pueden afectar al acabado final.

A fin de evitar que pequeños fallos estropeen un acabado que podría ser perfecto, queremos aprovechar esta entrada para daros unos pequeños consejos:

• Cargar la brocha o el rodillo en su justa medida: Es importante comprobar que la carga de la brocha o el rodillo es la adecuada, si éstos gotean, la pintura no quedará lisa y podrían aparecer arrugas o pliegues y si, por el contrario, se quedan escasos de pintura pueden dejar marcas o sombras en la pared.
• Preparar la superficie correctamente:  Debemos asegurarnos de que la preparación de la superficie es la adecuada antes de pintar y, si no es así, utilizar una preparación universal para que la pintura se adhiera perfectamente a la superficie, evitaremos con ello que se absorba más pintura de la necesaria y que posteriormente ésta se pueda levantar.
• Respetar los tiempos de secado: Es muy importante dejar que la pintura seque totalmente entre una mano y la siguiente, con ello evitaremos que partes que no estén secas del todo se remuevan o se creen grumos, afeando el acabado final.

Como veis pintar una pared es muy fácil, y siguiendo estos sencillos consejos conseguiréis un acabado profesional, pero si todavía os quedan dudas, en cualquiera de nuestras tiendas estaremos encantados de ayudaros.